27 de abril de 2010

EFECTOS POSITIVOS DEL VINO EN LA SALUD (y II)

EL DESCUBRIMIENTO DE LA SAPONINA
La tan afamada ‘paradoja francesa’, que asocia el consumo de vino tinto con el descenso de las enfermedades cardiovasculares, parece haber encontrado en la ciencia  a su mejor apoyo. Así queda demuestrado con el hallazgo en el vino de las SAPONINAS, unos nuevos compuestos químicos que ayudan a reducir los niveles de colesterol.

Según lo publicado en un artículo en DMEDICINA.COM, hasta ahora se pensaba que el efecto cardiosaludable del vino tinto se debía casi únicamente al resveratrol, una sustancia que se halla en las uvas y que actúa como antioxidante, como ya habíamos indicado en la última entrada de este blog. Sin embargo, el papel de las saponinas, que también se encuentran en otros alimentos, puede ser aún más importante, ya que, a diferencia del resveratrol, que bloquea la oxidación del colesterol, las saponinas evitan su absorción.

El hallazgo ha sido realizado por Andrew Waterhouse, profesor de Enología de la Universidad de California, quien analizó los componentes de seis variedades de vino de California (cuatro tintos y dos blancos) y comparó su contenido en saponinas. Estas sustancias se hallan en la piel de la uva y se disuelven en el vino durante el proceso de fermentación.

Los resultados indicaron que el vino tinto contiene hasta 10 veces más saponinas que el vino blanco. Asimismo, los vinos con una mayor cantidad de alcohol son los que más saponinas contienen.

Se estima que la ingesta necesaria de saponinas debe situarse en torno a los 15 miligramos diarios. Un solo vaso de vino ya aporta la mitad de esta cantidad, por lo que el vino se convierte en un importante recursos dietético.