18 de marzo de 2010

EFECTOS POSITIVOS DEL VINO EN LA SALUD

EFECTOS POSITIVOS EN LA SALUD POR CONSUMO MODERADO DE VINO



El vino puede resultar beneficioso para nuestro organismo siempre y cuando se tome en cantidades moderadas. Resulta paradójico que sus efectos sean completamente diferentes si se consume en elevadas cantidades.

Con dosis moderadas de consumo tendremos que el vino:

- Estimula el apetito y aumenta la secreción gástrica.

- Mejora el flujo sanguíneo y la vasodilatación impidiendo la oxidación del colesterol "malo" (LDL).

- Aumenta el colesterol "bueno" (HDL) en la sangre e impide el depósito de grasa en las paredes de las arterias, disminuyendo el riesgo de infarto cardíaco y cerebral.

- Disminuye el riesgo de mortalidad por cardiopatías a la mitad.

- El alcohol por sí mismo dificulta la agregación de las plaquetas y macrófagos, impidiendo la coagulación y reduciendo el riesgo de embolias y trombosis.

- Previene la pérdida de masa ósea en mujeres postmenopáusicas.

- Posee una acción antioxidante previniendo la aparición de ciertos tipos de cánceres y ralentizando la aparición de Alzheimer.

El responsable de esta potente acción antioxidante parece ser el resveratrol, cuya capacidad antioxidante supera incluso a las de la vitamina E que es el antioxidante natural más eficaz que se conoce.

Diversos estudios científicos han confirmado lo que en principio era una hipótesis y queda demostrada la acción anticancerígena desarrollada por el resveratrol en un cultivo de células cancerígenas humanas y de ratas de laboratorio.

El resveratrol frena el proceso cancerígeno provocando el suicidio máximo de células cancerígenas (apoptosis) al inhibir a una proteína responsable de su proliferación





ORIGEN INFORMACIÓN: www.pulevasalud.com

1 de marzo de 2010

LEYENDA DE LA PRINCESA ENAMORADA

UN POQUITO DE LITERATURA PARA ACOMPAÑAR A UN BUEN VINO

A continuación contamos unos párrafos de una leyenda vinculada al origen del vino y que nos relata Manuel López en su libro Viticultura, Enología y Cata.

Cuentan que la favorita de un príncipe, tras ser repudiada por él, vagó por el palacio desesperada y dispuesta a quitarse la vida antes que el dolor que le causaban la forzada separación y el mal de los celos le hiciera perder la razón. Recorrió torres y murallas sin reunir la valentía suficiente par arrojarse al vacío. Quería que se recordara su extraordinaria belleza y temía que la caída desfigurase su rostro.


Cansada, descendió hasta los frescos sótanos que utilizaban para almacenar los alimentos y, por azar, miró hacia el fondo de una de las tinajas que se usaban para guardar las uvas. Un olor picante llegó a su nariz al tiempo que escuchó el leve sonido de un extraño burbujeo. Sobre una superficie líquida aparecían y desaparecían, sin interrupción, blancas y pequeñas pompas. La infinita tristeza, la desesperación y la húmeda frialdad de la cueva acabaron por animarla.

-“Al fin he encontrado un veneno desconocido que va a llevarme al más allá sin destrozar mi cuerpo”, pensó.

Acto seguido, introdujo una jarra en aquel líquido y bebió de él sin cautela. Lo encontró dulzón, picante y ligeramente tibio. -Al menos, pensaba, es agradable.

Al contrario de lo que esperaba, nada malo le ocurrió. Casi al mismo tiempo el espíritu caído comenzó a renacer, su cuerpo cobró ligereza, una luz desconocida brilló en su mente. Las nubes se despejaron, los celos desaparecieron, una nueva esperanza, un deseo de vivir y de luchar para recuperar el cariño de su amado impulsó su ánimo. Alegre por su decisión, plena de audacia y valor, llenó de nuevo la tosca jarra de barro hasta los bordes y fue a buscar a su amado.

-Mira, le dijo, desesperada he bebido este zumo de uva que burbujeaba en el fondo de una tinaja olvidada, pensando que el gas que exhalaba acabaría con mi vida y, en lugar de eso, me ha dado nuevas fuerzas para luchar por ti, por tu amor. Bébelo y regocíjate conmigo.