Cuando pides un vino como bebida de acompañamiento en tu comida, el camarero (si es un sommelier lo debe saber) debe seguir un procedimiento:
El primer paso en el servicio es la presentación del vino a la persona que lo haya pedido. Seguidamente cortará la cápsula, limpiará el cuello de la botella y la descorchará. El sommelier olerá el corcho (este paso lo hará con atención especial a los olores extraños, tipo vinagre, hongos, etc.). En caso de que no presente ningún olor que desaconseje el consumo del vino, presentará el corcho al cliente, limpiará de nuevo el gollete y se servirá un poco para analizar el estado del vino.
A continuación servirá un poco al solicitante del vino. Si el cliente lo acepta, el sommelier servirá el vino al resto de comensales. Existe un sistema clásico que consiste en servir primero a la señora de mayor edad finalizando por la más joven. Después se servirá al señor de mayor edad finalizando por el más joven. Finalmente se servirá a la persona que solicitó y cató el vino.
Una vez abiertos, los vinos deben mantenerse a la temperatura idónea para su consumo. Para ello será necesario el uso de cubitera con hielo y agua si fuera necesario. El cestillo se recomienda cuando se consuma vino tinto. De esta forma no corremos el riesgo de encontrarnos con cualquier tipo de poso. En caso de ser necesario la decantación, el vino se presentará en el decantador, acompañado, eso sí, por la botella que lo contenía.
Importante: la etiqueta del vino que se ha solicitado siempre debe estar visible.
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